memoria feminista

Las llamaron brujas, pero solo eran mujeres libres

Desde pequeña, las películas me enseñaron a tenerle miedo a las brujas. Eran las malas, las villanas, mujeres a las que había que tenerles temor. Crecí creyendo eso hasta que entendí que detrás de esa imagen de “malas” había otra historia: la de mujeres que se atrevieron a pensar por sí mismas, a sanar, a vivir fuera de las reglas impuestas por los hombres, esos mismos que, al no poder controlarlas, las llaman de esa manera.