Transfemicidio
Los feminismos en Nicaragua han posicionado, como parte de su análisis y denuncia sobre las violencias, el concepto político del transfemicidio para visibilizar los asesinatos de mujeres trans. Estos constituyen la expresión final y letal de un continuum de violencias enfrentadas por las mujeres en general y en particular por las mujeres trans al ejercer su identidad de género autopercibida y no la impuesta por la heteronorma.
La cuarta audiencia del juicio contra José Roberto Ramírez Sotovando por el transfemicidio de Andrea González se realizó este martes. En ella, el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, presidido por el juez César Andán García, escuchó a dos peritos especializados del Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC). Sus análisis permitieron ubicar al acusado en el lugar donde atacaron a Andrea.
El Tribunal Quinto de Sentencia Penal conoció la segunda audiencia del juicio por el transfemicidio de Andrea Mutz González este 21 de marzo. La fiscalía presentó una serie de pruebas audiovisuales que evidencian que, minutos antes de su muerte, Andrea subió a un automóvil. Este pertenece al hermano del acusado José Roberto Ramírez Sotovando.
Más de un año y medio después de los hechos, inició el debate oral y público por el transfemicidio de Andrea Mutz González el 6 de marzo del 2023. La Fiscalía del Ministerio Público (MP) busca una sentencia condenatoria en contra de José Roberto Ramirez Sotovando. Durante la primera audiencia, el Tribunal Quinto de Sentencia Penal escuchó a 5 peritos, un médico forense y 3 testigos.
Cinthia Valle nació en Baja Verapaz hace 38 años. Es una mujer trans hija de una madre soltera. Fue obligada a migrar al departamento de Suchitepéquez, acción que denomina como desplazamiento forzado. Buscaba escapar de la pobreza, la falta de oportunidades y los transfeminicidios que ocurrían en su comunidad. “Buscaba sobrevivir, huir de la violencia y resguardar mi vida”, explicó.
“Yo vengo migrando, migrando de cada localidad”, explicó Victoria Ventura, mujer trans. Durante su infancia, en Jutiapa, fue violentada por sus compañeros en la escuela por su identidad. En su comunidad, algunas personas incluso dijeron que la querían quemar. Fue esta situación la que la hizo desear migrar.
En enero del 2023 se han registrado 2 transfemicidios, uno en Quetzaltenango, otra en Sacatepéquez y 1 homicidio en la Ciudad de Guatemala. Las organizaciones que trabajan en la defensa de la población LGTBIQ+ denunciaron públicamente que son crímenes de odio, así como la falta de seguridad y protección por parte de las instituciones para la población diversa.
“La Modelo” fue detenida más de 10 veces, la última vez el 22 de septiembre de 1976 bajo el argumento de que era “una amenaza para la moral pública”. Fue acusada también por actos inmorales. En la comisaría, fue abusada psicológicamente por los policías, quienes la obligaron a posar, mofándose de su identidad.
La exclusión y la violencia que sufren personas de la comunidad trans es abordada con organización y participación política, sin embargo, los asesinatos contra ellas continúan en impunidad. El Estado no responde a sus demandas por lo que ya se habla de un transfemicidio.
No somos las mujeres de la vida alegre. Tampoco somos las que nos ganamos el dinero fácil. Y mucho menos las de la moral distraída. La realidad del comercio sexual es todo lo contrario a lo que se dice popularmente. Es un submundo en el que las mujeres, y especialmente las mujeres trans, nos exponemos a insultos, violencia y hasta la muerte. Todo eso lo soportamos solo para poder ganar dinero y sobrevivir. Todo eso lo soportamos porque en las escuelas y empleos nos cierran las puertas. Todo eso tiene que cambiar.