Sanación

Foto: Sara Curruchich

La música enciende el poder del diálogo y la sanación

Por Sara Curruchich

La historia de Pamela: buscar justicia desde la resiliencia

Pamela Azurdia, una mujer de 33 años y sobreviviente de violencia, contó a Ruda los avances en un proceso de denuncia que inició en contra del alcalde de Jocotenango y expareja; así como los detalles de su historia a través de palabras y dibujos. Pamela reiteró que cada día florece y se empodera junto a su mamá , hija y amigas. 

Fotografía: cortesía AGIMS / Diseño gráfico: Karen Lara

Tejer para sanar las violencias

A 27 kilómetros de la Ciudad de Guatemala,  se encuentra el municipio de San Juan Sacatepéquez, Guatemala un territorio Kaqchikel conocido popularmente como la “tierra de las flores”,  por su exportación y comercio de hermosas hortalizas. Ahí se encuentra a mujeres que buscan sanar las violencias que atraviesan sus cuerpos, a través del telar de cintura maya. 

Fotografía: Karen Lara

Sanar la relación madre-hija

Si eres de las personas que no se comunica con su madre, cada vez que intentas tener una conversación peleas, o sencillamente no te llevas bien con ella, distintas disciplinas explican cómo es posible mejorar la relación con tu mamá y cuáles son las posibles razones de esa mala relación.

Fotografía: Suselec Puluc

Nombrarnos equivale a hacernos cargo

Aprendiendo a nombrarme ladina-mestiza me di cuenta que las memorias que hemos negado u olvidado de nuestras genealogías son aquellas que no nos han permitido  sanar el peso de las historias que nos ha tocado reproducir. Eso significa que, en la recuperación de quienes somos ahora, las llamadas “mestizas” hemos iniciado caminos de auto-aprendizaje porque hemos descubierto que también nosotras podemos juntar pedazos y recuperar nuestros cuerpos. Se trata de irnos integrando en otra conciencia, en otra forma de vincularnos a la tierra, a la vida cotidiana, para salir de la anestesia de quienes hemos sido. Ahora los tiempos nos desafían de nuevas maneras. Es indispensable repensarnos desde el lugar de la interpelación de los lugares que hemos ocupado.