Salario digno
En una casa de la zona 14 de la Ciudad de Guatemala, dos mujeres trabajadoras del hogar decidieron exigir sus derechos un 1 de mayo de 1990, en el Día Internacional de las Trabajadoras. Después de laborar por tres años en esa casa, con jornadas de trabajo de más de 16 horas diarias, sin días de descanso y sin pago por horas extras, decidieron hablar con sus empleadores. Con miedo y la incertidumbre de ser despedidas, pero seguras de cuáles eran sus derechos, tomaron la palabra. Susana Vázquez dijo: “hoy es asueto, si no nos pagan por quedarnos a trabajar, nosotras saldremos”. Desde ese entonces sus empleadores ya no pudieron negarse a cumplir los derechos de las dos mujeres trabajadoras.