Por: Simone Cruz
Por: Pamela Flores
Por: Chati Cajas Cuesta
Por: Tatiana Cordero Velásquez
Por: Hablando en Serio
Ciudad de México | Desinformémonos. Con motivo del Día de la Madres, el colectivo Huellas de la Memoria publicó una serie de diseños para crear «gritabocas» y protestar por las víctimas de desaparición en México.
Por: Carolina Ramírez
Por: Vera Rodas
“Somos trabajadores del Hospital Roosevelt y estamos indignados porque nuestras autoridades lamentablemente no están cumpliendo con los mínimos requisitos que tendríamos que tener: no hay mascarillas, no tenemos batas, no tenemos el equipo necesario para poder atender a los pacientes que vengan positivos o no (…) Nosotros como personal de salud tenemos que tener las medidas de seguridad necesarias pero no nos prestan atención (…) ayer ya dio positivo un compañero que tuvo contacto con pacientes y personal”.
Por: Astrid Pikielny
Por: María Cristina Bernabé Hernández / Asociación de Mujeres Aq´ab´al
Imagine que se rescataran semillas ancestrales, criollas y nativas de nuestros ancestros mayas, que se preparen y sean sembradas por cientos de mujeres campesinas en todo el país y que además tengan bancos de estas semillas criollas para el intercambio y el desarrollo sostenible de muchas comunidades. En Guatemala es una realidad y una organización está trabajando en esto desde hace más de diez años.
Por: María de los Ángeles Navarro
Por: María López Belloso
Nosotras, las redes, organizaciones y personas firmantes, comprometidos con los principios feministas y los derechos humanos de las mujeres, hacemos un llamado a los gobiernos para que recuerden y actúen de acuerdo con los estándares de derechos humanos en su respuesta a COVID-19 y defiendan los principios de igualdad y no discriminación, centrándose las personas más marginadas, incluyendo pero no solo, las mujeres, niñas y niños, personas ancianas, con discapacidades, con problemas de salud, personas que viven en zonas rurales, personas sin hogar personas institucionalizadas, personas LGBT +, refugiadas, migrantes, pueblos indígenas, apátridas, defensoras de derechos humanos y personas en zonas de conflicto y guerra. La política feminista reconoce y prioriza las necesidades de las comunidades más vulnerables. Más allá de la respuesta a esta pandemia, es necesario para el desarrollo de comunidades pacíficas, inclusivas y prósperas dentro de los estados impulsados por los derechos humanos.