Indígenas
El 16 de septiembre el poderoso movimiento indígena se lanzaba a las calles y a cortar carreteras en varias provincias de la sierra ecuatoriana. El paro indefinido decretado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) tres días después fue contestado con la declaración del estado de excepción en siete provincias y con una represión sistemática de la policía y el ejército ecuatoriano, que incluyó el uso “desproporcionado” de gases lacrimógenos y armas de fuego, según denuncia la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Paro en Ecuador: en un tenso clima político, indígenas y campesinos exigen el cese de proyectos extractivos
Ecuador vive un nuevo paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Aunque el detonante fue el retiro del subsidio del diésel, que provocó un aumento del combustible de 1.8 a 2.8 dólares el galón, el movimiento indígena también rechaza la expansión de la frontera petrolera en los territorios de los pueblos y nacionalidades y demanda la revocatoria de la licencia ambiental de los proyectos mineros en Palo Quemado, Las Naves y Kimsakocha.
Por Violeta Cetino
Quito, Ecuador. Narcisa de Jesús Lozano, originaria de Saraguro, provincia de Loja, vive desde hace 20 años en Quito, donde participó junto a miles de hombres y mujeres indígenas en el Paro Nacional de octubre del 2019, del que recuerda la “represión salvaje” del gobierno de Lenín Moreno, el alentador recibimiento de la población mestiza al movimiento indígena en su llegada a la capital y la importante y decidida participación de las mujeres.