Diario Militar
El 20 de mayo de 1999 el Archivo Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) hizo público el documento denominado Diario Militar. En él se registran graves delitos de lesa humanidad contra niños, niñas y adolescentes, así como en contra de mujeres, cuatro embarazadas, perpetrados por miembros de estructuras de inteligencia del Ejército de Guatemala.
José Daniel Monterroso Villagrán y Edgar Virgilio de León Sigüenza pidieron al Juzgado de Mayor Riesgo “B” que se les otorgue la libertad condicional por “razones humanitarias”, pese a que los delitos por los que están acusados no gozan de ese beneficio.
⚖️ Desde que inició el juicio por violencia sexual, tortura y desaparición forzada en el caso #MolinaTheissen, los exmilitares acusados, han intentado evadir la cárcel.
En el marco del 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Carmen Gómez, una sobreviviente y familiar de una de las víctimas del Diario Militar, y Jovita Tzul, abogada del Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), compartieron en un conversatorio de Nisgua y la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), sus experiencias y conocimientos sobre cómo los cuerpos de las mujeres fueron utilizados como botín de guerra para quebrantar la lucha organizada de quienes se oponían a la dictadura militar durante el conflicto armado interno.
Miriam Nineth Ramírez Gálvez nació en 1957. Es madre de dos hijos, quienes “tienen ya su propia familia”, dice. Su vida se transformó por completo el 14 de febrero de 1984, cuando el ejército, junto a integrantes de fuerzas paramilitares, secuestraron a su hermano Carlos Guillermo.
Beatriz Velásquez de Estrada ha buscado a su esposo, Otto Estrada, durante más de la mitad de su vida. Al convertirse en madre soltera, sufrió numerosos engaños en donde le prometían la liberación de su pareja. Cuando integró el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), fue perseguida e incluso amenazada para hacerla desistir en la búsqueda. Más de 37 años después, su hijo, Paulo Estrada, se convirtió en la primera persona en querellarse en el caso Diario Militar, donde una docena de militares retirados y policías enfrentan a la justicia por las desapariciones forzadas perpetradas durante el régimen militar de Mejía Víctores. Otto nunca volvió, pero su recuerdo y esencia no deja a los suyos y aún hoy, se les aparece en sueños. Esta es la historia contada por quienes todavía le esperan.
Querellantes que son hijas y familiares de las y los detenidos-desaparecidos que aparecen en el Diario Militar, también conocido como Dossier de la Muerte, señalan que la búsqueda por la justicia en este caso inició hace 38 años, liderada por las mujeres que protestaban cada viernes frente al Palacio Nacional, en la capital de Guatemala, para exigir que sus familiares aparecieran con vida.
El 4 de junio de 1984, varias mujeres que reclamaban la aparición de sus parejas, hijos y familiares desaparecidos por el Estado guatemalteco, se organizaron para crear el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM). Ellas fueron Nineth Varenca Montenegro Cottom, María Emilia García, María del Rosario Godoy de Cuevas, Beatriz Velásquez de Estrada, Raquel Morales de Linares, Blanca de Hernández, Aura Elena Farfán y Catalina Ferrer Santizo.