#Nicaragua
Este artículo es la segunda y última entrega sobre los relatos de resiliencia de Lápiz Rabioso*, Lisa*, Violeta* y Aurora*, feministas nicaragüenses. Algunas, radicadas en Nicaragua y otras, migrantes en Europa. Desde sus voces e historias, buscamos comprender cuál es el significado de resiliencia y cómo afrontan las condiciones actuales de Nicaragua y las circunstancias específicas que surgen de ser migrante en Europa.
El rol de las personas que se dedican a defender los derechos humanos y el medio ambiente es vital para la restauración de las democracias. Sin embargo, en Niragua, las violencias contra ellos y ellas persisten, según indicó La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el primer cuatrimestre del año 2023. “Es imperante que los Estados de la región adopten las medidas necesarias para prevenir que la violencia contra personas defensoras continúe. Para ello, es indispensable que implementen una política integral de protección que parta del reconocimiento sobre la importancia que la labor de defensa representa para la consolidación de las democracias y del Estado de derecho”, enfatizó la CIDH.
El trabajo en defensa de los derechos humanos en general y de las mujeres en particular enfrenta desafíos específicos a nivel regional. Nombrarse feminista en el contexto de la dictadura Ortega Murillo conlleva riesgos de persecución, asedio, encarcelamiento, migración forzada, destierro y afectaciones en la salud mental por la política de terror y la criminalización de la protesta que ha instaurado el régimen.
La violencia obstétrica es un conjunto de prácticas deshumanizantes contra las mujeres al momento de dar a luz, por parte del personal de la salud en los consultorios, hospitales y clínicas del ámbito público o privado. Estas acciones representan una violación de los derechos humanos de las mujeres, desde el enfoque de los derechos de la salud y de los derechos sexuales y reproductivos.
Hace 12 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, con el propósito de reconocer los derechos y los desafíos específicos que las niñas se enfrentan en el mundo. “El Día Internacional de la Niña se focaliza sobre la necesidad de abordar los retos a los que se enfrentan las niñas, promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos”, explicó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su sitio web.
Más de 100 mil nicaragüenses habían huido del país, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En 2022, esa cifra casi se duplicó. Esto se debe a que “Ortega tomó medidas enérgicas contra los políticos de la oposición y los disidentes políticos en el período previo y posterior a las elecciones de noviembre de 2021”, señaló la organización Migration Policy Institute. El exilio, la migración forzada y la migración voluntaria ha sido una opción para salvaguardar las vidas de activistas, feministas y defensoras que denuncian las violaciones a los derechos humanos, criminalización y represión de la dictadura sandinista.
Periodistas feministas nicas
“Nos están matando” es el grito de dolor, ira y lucha de muchas mujeres que se organizan de múltiples formas para hacer frente a las violencias machistas en nuestro país”.
El artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece el derecho a la libre circulación y a la libertad de movimiento al proclamar que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país.”
Por: Periodistas feministas nicas
El 28 de octubre del 2020, la Asamblea Nacional en Nicaragua aprobó la Ley Especial de Ciberdelitos (número 1042), hecho que modificó por completo las interacciones en los espacios virtuales en el país. Este recurso judicial compromete el trabajo de las periodistas en el territorio. Ahora, además, existe un filtro más que los y las nicaragüenses deben tomar en cuenta antes de publicar cualquier información de forma virtual.
El pasado 9 de febrero, 222 presos políticos fueron liberados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Luego fueron deportados de manera inmediata rumbo a Washington D.C, Estados Unidos. Pero, aunque recuperaron su libertad, el régimen nicaragüense decidió arrebatarles su nacionalidad, convirtiéndolos así en apátridas.
En los últimos cuatro años, el éxodo de mujeres en busca de mejores condiciones de vida fuera de Nicaragua es considerable. Atrás quedan hijos, hijas, madres, familia, casas y recuerdos. Las motivaciones varían desde búsqueda de recursos económicos, persecución y asedio político, o la realización de ideales no logrados en su país.
Por: Fernanda Zeledón
Vestida con el traje protector azulen la cara la visera transparentela mascarilla en la boca y la narizmi hija Melissadoctora, especialista en medicina familiaren medicina natural e integrativamuchacha que desde niña lloraba por los mendigosy en el primer año de medicinapor los perros que operabay los conejillos de indias,me manda la foto donde parece una astronautalista para abrir la puerta y salir al espacio.“Aquí voy” escribe en el pie de fotoy allá va, mi niña, al frío planeta de la pandemiaen misión de rescate.
Por: Eveling Carrazco López y Jéssica Martínez