_780x439.png)
Reflexiones y compromisos
Escrito por Debbie Andrea Guzmán
Una amiga me contó que, sin haberlo buscado, estaba compaginando dos relaciones
sexoafectivas a la vez (consensuadas). Me dijo que eran relaciones “sin compromiso”, y eso me despertó enseguida todas las alarmas. Ella lo remarcó como una frase hecha a la hora de definir dos relaciones sin exclusividad sexual ni afectiva, pero me parece crucial que
cambiemos esa manera de referirnos a las relaciones no monógamas para desterrar ciertos clichés (y sobre todo determinadas prácticas carentes de ética y responsabilidad afectiva). Cualquier tipo de vínculo interpersonal requiere un cierto grado de compromiso, ética, cuidados, afecto y responsabilidad. Hemos aprendido que, cuando dos personas tienen dinámicas “de pareja”, el tipo de compromiso es uno determinado (convivencia, reconocimiento social, exclusividad sexoafectiva, primacía del vínculo frente a otros…), lo mismo con los vínculos de amistad o familiares.
Considero que el grado de compromiso de cada relación es algo que debería ser negociado, acordado y autogestionado, teniendo muy en cuenta el contexto de la relación y las dinámicas de poder de cada parte. Por eso me parece tan necesario desterrar expresiones del tipo “sin compromiso” para no justificar ni normalizar dicha práctica.
Si damos por hecho que las relaciones no monógamas son relaciones “sin compromiso”, estamos alimentando ataques manidos y generalistas contra nuestro colectivo, y dando argumentos de poder a quien pretende consumir personas sin ningún tipo de responsabilidad.
Si alguien te dice aquello de “yo ahora mismo no quiero ningún tipo de compromiso”, te invito a que le preguntes cómo entiende las relaciones y le expliques cómo las ves tú. En ese “sin compromiso” hay un subtexto enorme, y dejar de explorarlo puede ser muy doloroso si asumimos que comparte nuestra visión (jamás será idéntica).
Sé que hay conversaciones que son complejas, pero abordarlas ayuda a prevenir situaciones posteriores que aún lo son más, y donde ya existe un grado de implicación emocional que puede complicar la salida de una relación donde no hay cuidados.
¡Sin compromiso, no, bicho!
Participaron de esta nota
Debbie Andrea Guzmán
2 artículos