Iveth Morales: “Las mujeres negras tenemos que hacer un doble esfuerzo para estar en todos los espacios”
Escrito por Violeta Cetino
El 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. En Guatemala, este día ha sido conmemorado al nombrar únicamente a las mujeres Garífunas, sin tomar en cuenta que no todas las mujeres afrodescendientes en el país pertenecen a este grupo étnico. La investigadora negra, Iveth Morales, compartió en entrevista con nosotras un repaso histórico de la llegada del pueblo negro a Guatemala y habló sobre la resistencia de las mujeres negras en el país centroamericano y en Latinoamérica.
Las poblaciones afrodescendientes en América Latina han sido duramente negadas. En Guatemala, por ejemplo, los registros históricos de su llegada al territorio nacional apenas si se mencionan. En los libros de texto de las escuelas únicamente las identifican como personas provenientes de África que fueron esclavizadas durante la Colonia, y que actualmente ocupan la costa atlántica del país, sin nombrar los valiosos aportes que ha hecho este pueblo a la música, la danza, la medicina y otras ciencias.
Los textos tampoco mencionan las luchas de las mujeres negras por ser visibilizadas y reconocidas en la historia de Guatemala y la región latinoamericana.
La primera fecha de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente data de 1992, cuando se realizó el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas, Caribeñas y de la Diáspora, en Santo Domingo, República Dominicana, en el que participaron alrededor de 400 mujeres afrodescendientes de más de 30 países para visibilizar su presencia y su lucha contra la discriminación racial, el sexismo, la pobreza, la migración y la violencia.
Sumado a este encuentro, también destaca el trabajo que realizó María Magdalena Lamadrid, conocida en Argentina como Pocha, una activista de origen africano que luchó por los derechos de las personas afro en Argentina a finales del siglo XX e inicios del XXI.

Cuando Argentina era presidida por Carlos Menem, que gobernó entre 1989 y 1999, este se atrevió a asegurar que en ese país no existían las personas negras, que ese “problema” lo tenía Brasil. Pero la voz de Pocha respondió: "Acá estamos, señor presidente, los negros que usted no encuentra en la Argentina". Ella se dio a la tarea, en 2001, de hacer un censo en su comunidad y demostró que en Argentina había, en ese entonces, más de 2 millones de personas afrodescendientes.
En el caso de Guatemala, generalmente se cree que las personas negras son todas Garífunas. Pero, de acuerdo con la investigadora Iveth Morales, el pueblo negro en el país tiene tres presencias: la descendencia de quienes llegaron a Guatemala en los siglos XVI, XVII y XVIII bajo la esclavitud; la población Garífuna y la población Creole.
Según el censo poblacional realizado en 2018, que incluyó por primera vez la categoría Afrodescendiente/criollo/afromestizo en Guatemala, para entonces el territorio nacional contaba con 19 mil 529 Garífunas y 27 mil 647 afrodescendientes, el equivalente al 0,32% de la población total.
Iveth Morales es una mujer Creole que se autodenomina como mujer negra. Además de investigadora, ella es trabajadora social con una maestría en Estudios Estratégicos y actualmente es la coordinadora del subprograma de Formación Comunitaria de la Universidad Rafael Landívar. En el marco del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, la investigadora abordó los desafíos y la resistencia de la mujer negra en Guatemala y Latinoamérica.
¿Qué significa ser una mujer afrodescendiente en Guatemala?
Para mí ser mujer afro en Guatemala representa muchos retos, a nivel familiar, escolar, laboral y social. Pero me gustaría decir que las mujeres negras en Guatemala hemos sido vistas más desde nuestros cuerpos o desde estereotipos que se quedaron enraizados en la mente de las personas desde el tiempo de la Colonia, en el uso de nuestros cuerpos. Ese es un reto que representa ser mujer negra en Guatemala y en cualquier parte del mundo, donde la esclavitud de nuestro pueblo africano estuvo presente.
¿Por qué mujer negra y no afrodescendiente?
El término es una posición mía y de muchos grupos de negros y negras en el mundo que lo reivindicamos. El término negro se creó vinculado al término raza para denigrar a nuestro pueblo al crear todas estas formas de esclavitud inhumana que se dio en los siglos XVI, XVII y XVIII, entonces reivindicar este término es importante para mí, con relación al término negro, negra, porque me evoca una historia que me hace ser un sujeto político y encontrarme de nuevo con mis raíces.
El uso del término afrodescendiente está bien porque lo que evoca es decir “vinieron de África” o “tuvieron descendencia de África”. Pero, se han utilizado muchos términos como este para quitarnos nuestras raíces y acercarnos más a la blanquitud. Cuando usamos mestizo o ladino, o usamos mulatos, estos son términos que estratégicamente se fueron proponiendo para alejarnos de nuestra identidad como pueblo africano.
¿Por qué crees que algunas personas negras pueden llegar a sentirse ofendidas al ser nombradas con este término?
Yo he preguntado, porque particularmente a mí no me molesta, dependiendo mucho de la entonación o la intención con la que digan el término, y la verdad es que se hace esa diferenciación muchas veces relacionada para denigrar, y cuando se hace esa relación no nos gusta que nos llamen negros o negras, porque detrás de eso están todos los juicios o estereotipos que ya se han dictado y que se han quedado sobre nosotros y nosotras.
Lo que decimos es que nos gusta más que nos llamen por nuestro nombre, si a toda la población, por ejemplo, no andamos diciendo en la calle: “Vos, blanco”. Se usa específicamente a veces para lanzar una provocación de desprecio o de inferioridad, por eso es que se puede sentir ofendida una persona.
¿Cuántos pueblos originarios de África hay en Guatemala además del Garífuna?
Somos un solo pueblo negro presente en Guatemala. El pueblo Garífuna, reconocido oficialmente en el país, le da una presencia distinta, pero desde el tiempo de la Colonia llegaron los primeros negros esclavizados y posteriormente llegaron los Garífunas. Después llegaron los negros vinculados a la empresa United Fruit Company, por el oficio de la bananera y el oficio del ferrocarril. Podríamos hablar de tres presencias en Guatemala de un solo pueblo.
¿Cómo llegaron a Guatemala? ¿Cuáles son sus características?
Venían de distintos territorios africanos, porque esa era una de las estrategias en el tiempo de la esclavitud, de traer de diferentes lugares a un mismo territorio que incluso no conocían un mismo idioma. Eso generaba ventajas en relación a la dominación, entonces en Guatemala se ha invisibilizado o se ha quedado afuera la historia del pueblo negro que llegó en el tiempo de la esclavitud, que todavía de allí somos descendientes varios en Guatemala y las familias que llegaron en el tiempo de la United Fruit Company, que se autodenominan Creole, que también hay cierta presencia y cierto reconocimiento en Guatemala, no así una organización fuerte o una organización que nos permita identificarnos como un solo pueblo con características particulares como las del pueblo Garífuna. Nosotros, por ejemplo, no bailamos punta, esa es una característica que se vincula mucho con la población negra.
Somos más del ritmo de cumbia, de merengue, reggae; sí podemos aprender a bailar punta, es un ritmo muy lindo, nos vincula el ritmo y la música como un pueblo negro africano en el mundo, porque donde estemos hay vinculación con algunas danzas, con algunos ritmos propiamente reivindicativos y de resistencia del pueblo negro, pero no tenemos unas características. Por ejemplo, yo no pertenezco al pueblo Garífuna y no aprendí su idioma, mis padres tampoco lo eran y ese es el distintivo, quizá, más evidente de los que no pertenecemos.
Algunas comidas las compartimos. Nos gusta cocinar con el coco, nos gustan mucho las raíces. Tenemos algunas características comunes y otras que son totalmente distintas.
Las tres presencias del pueblo negro son el pueblo negro que llegó en la esclavitud, el pueblo que llegó con la empresa bananera, Creole, y los Garífunas.
En Guatemala no los llamo como pueblos distintos sino como un solo pueblo negro de descendencia africana que tiene características muy comunitarias. Los Guio no es otro pueblo, sino el nombre que le daban los Garífunas a los negros Creoles, que significa “los otros negros”.
¿Qué idiomas habla cada presencia del pueblo negro en Guatemala?
El Garífuna, el pueblo Creole habla más el idioma inglés, porque ese idioma les era útil para la relación con los gringos que fueron los que trajeron las empresas bananeras a toda la costa atlántica de Centroamérica, Panamá, Colombia. El idioma inglés está más vinculado al trabajo, pero no es un idioma de identidad del pueblo africano, porque a Guatemala llegaron en el tiempo de la esclavitud de diferentes pueblos, del Congo, Nigeria, entonces cada uno traía idiomas distintos.
Se tiene la idea de que el pueblo negro se ubica geográficamente en la costa atlántica. ¿Nos podrías detallar en dónde más ha tenido y tiene presencia y cómo se ha desarrollado en el territorio nacional?
Sí, se ubica fácilmente en la costa atlántica porque allí está el pueblo organizado Garífuna y se ha olvidado que, en el tiempo de la Colonia, la esclavitud se ubicó en muchos territorios del país, en lo que ahora llamamos costa sur, en toda esa área de Antigua Guatemala para la ciudad, en Alta y Baja Verapaz, particularmente.
En el tiempo de la esclavitud, la población negra estaba ubicada en todo el territorio de la ahora Guatemala. Pero, con el tiempo, el mestizaje y la hegemonía de la blanquitud, muchas personas se fueron despojando de su identidad y sus raíces negras. Pueden ser más razones de sobrevivencia, razones de desconocimiento de sus raíces, pero en el censo último que se hizo ya se agregó la categoría de afrodescendiente, pues antes solamente estaba la categoría Garífuna y nosotros que no somos Garífunas no teníamos más que ubicarnos en la categoría de mestizo. Con la categoría de afrodescendiente, se empezó a visibilizar que sí hay población negra en todo el territorio guatemalteco; obviamente es un proceso de toma de consciencia, de buscar estos vínculos de identidad.
En un sentido internacionalista, ¿ser negra es ser africana? ¿Por qué?
Hay un teórico negro, nosotros le decimos honorable Marcus Garvey. Es un africano que se dio a la tarea de buscar a los africanos dispersos en el mundo, incluso vino a Guatemala hace muchos años, visitó Bananera y Livingston, para ubicar a los hermanos y hermanas africanas y él dejó la frase: “Donde quiera que estés si eres negro, eres africano”. Esta es una presencia que tenemos en el mundo derivado de esa trata que se hizo en estos siglos XVI al XVIII de población negra africana en todo el mundo. Entonces, en donde sea que estemos, si somos negros somos africanos.
¿Qué prácticas de la actualidad promueven la desapropiación de la identidad negra en las mujeres?
En Guatemala, si quisiéramos puntualizar, podríamos hablar del uso de los términos del mestizaje, de decirnos mestizos, mulatos, ladinos, o de autoidentificarnos así también.
Recuerdo que, en mi casa, cuando era adolescente, ya empezaban a decir: “Te tenés que casar con un blanco para mejorar la raza”. Entonces, toda esa carga de prejuicios, de violencia que sufrió el pueblo negro y que sufrieron nuestras abuelas con el uso de sus cuerpos, marcó una historia de negación, y esa negación a veces tiene que ver con el cabello. Muchas mujeres se lo alisan, se lo tiñen, dejan su vestimenta, aunque no tenemos una vestimenta muy particular, pero se van adaptando a otras formas del mundo hegemónico para no autoidentificarse desde su procedencia como negra, por toda esa carga que significa esa autoidentificación porque las mujeres negras tenemos que hacer un doble esfuerzo para estar en la escuela, en el trabajo, en todos los espacios donde estamos, siempre tenemos que estar lidiando con esos prejuicios y estereotipos que se han quedado.
¿Cómo se relaciona el cabello de las mujeres negras con su identidad?
Para mí es una identidad muy arraigada con el ser negro y ser negra, y es algo que le deberíamos de dar valor. Sin embargo, a veces se esconde, pero tiene un significado muy importante para nosotras porque cuando recuperamos nuestra identidad y tomamos consciencia de cuáles son nuestras raíces, el cabello nos permite generar mayor presencia y convertirnos en un actor político con identidad más propia.
Para mí eso significa el cabello, de hecho, por eso decidí dejarme el cabello así para poder marcar más mi identidad como descendiente africana.
¿Qué relación tiene la danza y la música con la mujer negra?
La música tiene relación con todo el pueblo negro. Hay mucha documentación sobre cómo el pueblo negro ha aportado a los ritmos en todos los géneros, en todo el mundo, y es algo que nosotras decimos que lo traemos en el cuerpo porque escuchamos un ritmo y nos evoca moverlo.
El problema ha sido que se ha relacionado con la sensualidad y se confunde, sobre todo en las mujeres, que la música nos mueve por la sensualidad y no tanto por la danza y la conexión con nuestros antepasados.
Pero sí tenemos una vinculación, la música es nuestro vínculo más emotivo y profundo con nuestras ancestras. Se canta para disfrutar la vida, pero también se canta para sacar la tristeza y se canta para despedir a un ser querido que trasciende el plano terrenal, entonces la música siempre va a estar presente como danza o como folclore, pero no es solo folclore.
“Negrita pero bonita”, ¿cuáles son las formas “sutiles” en que se manifiesta el racismo contra las mujeres negras?
Una es esa, es la más común, de decirnos primero el término “negrita” porque me lo han dicho así, abiertamente, que sienten pesado si me dicen negra, y con mucha pena me dicen negrita. Y lo otro es agregar el “pero” para decir “negrita”.
Cuando agregan “negrita pero bonita”, están también queriendo lanzar el mensaje de que lo negro es feo, de que lo negro es malo, otra vez regresando a los prejuicios y estereotipos. Si no reflexionamos, porque algunas veces decimos los términos sin entender o comprender bien lo que significa, o la profundidad de su significado, entoncesestas formas sutiles que algunas veces les llaman microrracismos, al final no son microrracismos , es el racismo estructural puro que no permite relacionarnos con respeto y dignidad.
¿Cómo refuerza una mujer negra su identidad en un país como Guatemala?
Proponiéndonos todos los días. Hay un conocido escritor llamado Frantz Fanon que habla mucho de nuestro proceso psicológico con relación a tomar consciencia de nuestra descendencia negra, y ese es un proceso permanente y que lo debemos de ir haciendo consciente cada vez con mayor precisión. Eso solamente lo hacemos si investigamos nuestra historia, si regresamos a nuestros orígenes, a conocer cómo es, cómo era, porque cuando se habla de los negros en Guatemala solo se evoca esclavitud, y entonces hay una vinculación de pensar de que el negro o la negra toda su vida fue así o toda su vida va a ser así.
En Guatemala, por lo menos se habla de 50 años de periodo de esclavitud. Cincuenta años permaneciendo en un maltrato llega a marcar en la conciencia un desprecio y un despojo de identidad muy fuerte, y creo que cuando podemos dar ese salto de esos 50 años y regresar a los orígenes podemos recuperar nuestra identidad, tomar consciencia de nuestras raíces más profundas, autoeducarnos y obviamente, educar a otros porque todos estamos aprendiendo y necesitamos escucharnos en relación con nuestras historias.
¿Quisieras mencionarnos a algunas mujeres negras guatemaltecas que han aportado a reforzar esta identidad desde el arte, la cultura, la política, etc.?
Hay muchas mujeres que han pasado por la Comisión contra la Discriminación y Racismo, ellas son un referente valioso porque se atrevieron a tomar una responsabilidad en una sociedad hegemónica blanca y representa retos muy fuertes.
Recientemente, en Morales, Izabal, le hicieron el reconocimiento a una señora muy respetada en el pueblo, nosotras le llamamos Miss Peggy (Icilda Joana Stokes Brown), ella fue maestra, es familiar de médicos muy reconocidos en Guatemala y creo que a ella le reconozco el haber bregado en este mundo sociopolítico hegemónico de Guatemala para sostenerse como mujer negra hasta el día de hoy.

También tengo como referente a Gloria Rowe, una mujer que se dio a la tarea de documentar sobre su descendencia familiar negra y algunas familias en el territorio de Guatemala de descendencia Creole. Después su libro se volvió importante para muchos sectores porque fue quien comenzó a alzar la voz de que no solamente hay garífunas acá en Guatemala, sino que también hay otra población negra. Ella es una mujer de quien yo reconozco su valentía de proponerse y de generar diálogo alrededor de este reconocimiento en Guatemala de las diversas formas de presencia negra en el país.

¿Cómo consideras que se puede superar el racismo?
La autoconsciencia es un primer paso importantísimo, porque si no seguimos sintiéndonos vinculados o desvinculados de todo: “No pertenezco a este grupo, no pertenezco al otro” o “No me siento en pertenencia” y el hecho de la autoconsciencia creo que ha promovido que agrupaciones negras empiecen a movilizarse.
Hay una agrupación en San Gerónimo, Baja Verapaz, que es una organización negra muy importante, vinculada al pueblo descendiente de la esclavitud, y el último censo que se hizo (2018), permitió que más población empezara a autodeterminarse con su descendencia africana. Para mí es el primer paso, tomar conciencia de quién soy o de dónde vienen mis raíces y tomar una posición, una postura. Eso me va a permitir dialogar con el otro o con la otra de una manera de entendernos y no confrontarnos, aunque sí es necesario muchas veces la confrontación porque el racismo sigue presente y se manifiesta cotidianamente en nuestro país.
En Guatemala hace falta mucho incorporar en los contenidos educativos el aporte del pueblo negro en la construcción de este país. No se dice más que vinieron esclavos porque los indígenas ya estaban casi exterminándose y que entonces trajeron mano de obra más fuerte, y no se habla de todo el aporte que el pueblo negro ha dado desde la fundación de lo que ahora podemos llamar Guatemala. Esa ausencia es muy importante empezar a cubrirla en el sistema educativo desde los primeros años de educación.
¿Cómo pueden las mujeres no negras, ser aliadas de la lucha antirracista sin adoptar una posición maternalista?
Regreso a la educación y al diálogo, y a la autoconciencia, porque si nosotras como negras tenemos consciencia de quiénes somos, hacia dónde queremos ir y cómo queremos explicarnos frente a la sociedad, no va haber maternalismo, hay maternalismo cuando nosotras de repente sentimos que no podemos y eso de “no podemos” puede ser porque no hemos logrado autodeterminarnos como tal y desde esa autodeterminación valorarnos como mujeres negras con nuestras propias formas de ser, de pensar, de relacionarnos y si no hemos logrado eso es muy fácil que la hegemonía blanca, sean mujeres, sector de mujeres u otros logren ser maternales o paternales con nosotras. Creo que tiene que ver con eso, de si ya estamos seguras de qué queremos y hacia dónde queremos caminar.
Participaron de esta nota
Violeta Cetino
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