
Cuando el firmamento ya no sostiene a una estrella
Escrito por Rebeca Javier
¿Ha matado la era del streaming el espacio para las series de nicho? Parece que la respuesta es definitiva cuando ya no le dan ni oportunidad de respirar a las historias de Amy Sherman-Palladino.
Si tuviera que llamarme hija de alguien, me llamaría hija de la televisión. Aún así, puedo admitir que tiene una reputación pésima y que las críticas que se le han hecho a su influencia han sido absolutamente válidas. Por supuesto, la televisión ha sido usada como una herramienta para manipular a las masas, para desinformar o para orientar la opinión pública.
A mí me gustaría recordar a la televisión en esta ocasión como el primer medio que me permitió estar en contacto con una historia audiovisual. Un inicio, nudo y desenlace. Crecí justamente en la época del auge de las series de prestigio, estaba en el bachillerato cuando aprendía inglés con Mad Men. También vi Gilmore Girls, porque vivía como hija única y solo con mi mamá, justo igual que Rory.
Tal vez es esa nostalgia de recordar a las series televisivas como eran antes (varias temporadas, mayor cantidad de episodios, más tiempo para desarrollar a los personajes) es la que me hace lamentar la cancelación tan pronta de Étoile, la serie de Amazon Prime sobre dos compañías de ballet en Nueva York y París. Según reportan los medios especializados, la plataforma ha cancelado la serie a poco más de un mes desde su estreno, aunque habían solicitado inicialmente la producción de dos temporadas.
Étoile es la última propuesta televisiva de Amy Sherman-Palladino y Daniel Palladino, quienes también estuvieron detrás de Gilmore Girls y The Marvelous Mrs. Maisel. En ocho episodios, esta serie no tiene un argumento impecable pero tiene todos los distintivos de una serie de Palladino: diálogos densos, referencias a la cultura pop y personajes entrañables.
En Nueva York y en París, Jack McMillan (Luke Kirby) y Genevieve Lavigne (Charlotte Gainsbourg) dirigen compañías de ballet que necesitan pensar en nuevas formas de mantener el interés del público. Finalmente, llegan a un acuerdo y deciden intercambiar a sus bailarines estrellas por una temporada. Étoile hace que las dos ciudades sean personajes principales en la historia, las tomas siempre destacan el encanto de cada una. El bullicio de Nueva York, los marchés de París.
En su esencia, Étoile es una serie sobre la vocación artística, el lugar de trabajo, las diferencias culturales entre franceses y estadounidenses. La interpretación de Lou de Laâge como la bailarina estrella parisina, Cheyenne Toussaint, es uno de los puntos más fuertes de la historia. El guion se siente desprolijo en varias ocasiones, incluso pareciera que los actores no estuvieron del todo cómodos con el tono cómico de algunas escenas. De Laâge, con su mezcla de humor seco y seriedad, hace que esa comedia algo torpe funcione.
Claro, no ha sido la primera vez que me he sentido frustrada por estar en esta situación: invertir mi tiempo en una historia que de igual manera termina de forma abrupta porque los resultados comerciales no son los esperados. Al final, recuerdo las palabras que menciona Bruna, la madre de Cheyenne: “Ves una serie de televisión. Te gusta. Luego la cancelan. Te entristece. Encuentras otra serie y sigues adelante”.
Y así será. Encontraré otra serie para ver. Igual me habría gustado seguirle la pista a los bailarines neuróticos y apasionados de Étoile.
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