Cinco militares del alto mando del ejército y la G-2 de 1981 enfrentan juicio oral y público por la detención clandestina y violación sexual contra Emma Guadalupe Molina Theissen y la desaparición forzada de su hermano Marco Antonio. Estos hechos ocurrieron del 27 de septiembre al 6 de octubre 1981, por los que, este juicio puede encaminarnos a comprender la guerra contrasubversiva y dentro de esta, la estrategia de persecución y represión del Estado contra quienes consideraban el “enemigo interno”, que no eran más que dirigentes estudiantiles, campesinos, sindicales, intelectuales, activistas de derechos humanos, periodistas y cualquier personas que fuera disidente al régimen político y económico guatemalteco en los últimos setenta años. Las mismas acciones se intensificaron durante los años de las dictaduras militares en Guatemala, una de las más sangrientas en América Latina.
Guatemala, 2 de mayo 2018. Esta tarde la Sala primera de apelaciones de Mayor Riesgo rechazó por unanimidad que no procede la recusación contra el juez Pablo Xitumul, que habían puesto los abogados de los cinco militares detenidos por el caso Molina Theissen. La sala resolvió que las acusaciones de éstos no son causa para una recusación y que no existe “enemistad grave”, ni un interés particular hacia el ejército o cualquiera de los sujetos procesales por parte del juez.
Caso Molina Theissen: “Se Debe Enseñar A Los Oficiales Y Soldados El Odio A Los Comunistas Para Que Combatan Sin Miedo”
Viejos documentos secretos del ejército guatemalteco encontrados en el archivo personal del ex coronel Francisco Luis Gordillo Martínez, fueron analizados por la experta Velia Muralles, quien declaró ante el juzgado este miércoles 25 de abril.
La defensa de los militares acusados en el Caso Molina Theissen, recusó el 9 de abril al juez Pablo Xitumul De Paz, presidente del Tribunal. Ellos argumentan que no es imparcial, porque tiene enemistad grave con el ejército, por la desaparición de su padre Mateo Xitumul Alvarado. Según ellos sus restos fueron encontrados en el antiguo destacamento militar en Rabinal, Baja Verapaz. Y que por esta razón él favorece a las querellantes y Ministerio Público (MP).
Caso Molina Theissen: Ministerio Público Y Querellantes Renuncian A Medios De Prueba Para Que Finalmente Haya Justicia
Para que finalmente haya justicia 37 años después, El Ministerio Público (MP) y la familia Molina Theissen renuncian a presentar más peritos y testigos, son nueve medios de prueba los que se propusieron, pero el Tribunal de Mayor Riesgo C, presidido por el juez Pablo Xitumul, solo aceptó la renuncia de seis.
Martes 3 de abril, 10 minutos para las ocho de la mañana. A la izquierda ocupando pocos asientos se encuentran los familiares de los acusados; a la derecha, un grupo más grande, en su mayoría miembros de Organizaciones de Derechos Humanos. Busco lugar en el lado derecho lo más al frente que puedo y tomo asiento sintiendo la tranquilidad que genera saber que en la sala hay más personas apoyando a la familia Molina Theissen que a los acusados. Hoy los asientos que ocupan las hermanas y la madre de Marco Antonio se encuentran vacíos.
Imagine usted la cara sonriente de una niña de su familia, imagine los gestos de su hijo menor cuando está contento, cualquier niño o niña es causa irremediable de ternura y felicidad. Ahora imagine que ese niño o niña que usted ama se lo arrebatan de sus brazos para jamás volver a verle. Es una pesadilla horrorosa, es el acto de maldad máxima.
El regreso a la rutina de las audiencias, después de largos días de vacaciones de verano se hizo sentir en el Tribunal Tercero C, en donde hoy se realizó el décimo día de audiencias en el caso Molina Theissen, se empezó tarde con la ausencia de varios abogados y público que acostumbra asistir.
Cuando Benedicto Lucas García declaró frente al Tribunal que lo juzga por delitos de lesa humanidad, aseguró que nunca usó los manuales militares ni creó estrategias militares a partir de ellos, porque en Guatemala no se vivió una guerra regular, según sus propias palabras.
A pesar que los sujetos procesales estaban presentes a la hora convocada, los acusados no fueron trasladados por el sistema penitenciario debido a que ese día no contaban con transporte adecuado para los procesados.
Desde tempranas horas las filas son largas y tediosas, operadores de justicia apresurados y nerviosos ansían llegar a tiempo, testigos, abogados, acusados, todos y todas buscando paciencia en donde ya queda poca, desesperación sería una buena palabra para describir el sentimiento general.
Desde que soy consciente de mi entorno, la sociedad guatemalteca ha estado fragmentada, enfrentada; de algún modo encontramos la forma de estar en desacuerdo y odiarnos los unos a los otros, porque no pensamos igual, porque no vestimos igual, porque no profesamos la misma religión, porque el equipo de futbol, cualquier razón es buena para insultarnos, para odiarnos, para acuchillarnos. Somos una sociedad que se acuchilla sistemáticamente.
Los interrogatorios al perito militar de origen peruano Rodolfo Robles Espinosa, en el juicio por la detención clandestina y violación contra Emma Guadalupe Molina Theissen y la desaparición forzada del adolescente de 14 años Marco Antonio Molina Theissen, siguieron este miércoles 14 de marzo en el quinto día del juicio oral y público contra cinco exmilitares de altos mandos militares en 1981.
El pasado jueves 1 de marzo, el tribunal de alto Riesgo C acumulaba filas de periodistas, observadores/as internacionales, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, pobladores/as, agentes de seguridad, familiares de militares y personas de la academia. Era un día histórico: después de 37 años, se abría una posibilidad real de juzgar y sancionar a quienes resultaran responsables de las graves violaciones de derechos humanos que resultaron en el secuestro y tortura física, sexual y sicológica de Emma Guadalupe Molina Theissen y la desaparición forzada de Marco Antonio Molina Theissen.
El día se anunciaba caluroso, desde las seis de la mañana el sol radiante calentaba el asfalto que a esa hora ya levantaba vapor caliente.
Durante el tercer día de la audiencia por el caso Molina Theissen, se presentaron a declarar las hermanas María Eugenia y Ana Lucrecia Molina Theissen, en su declaración narraron como se enteraron de la captura, violación y tortura de su hermana, entonces adolescente y de cómo su hermano Marco Antonio de catorce años fue secuestrado y desaparecido por el Ejército de Guatemala.
La jornada en el Tribunal C de Mayor Riesgo estuvo claramente dividida en dos, durante el segundo día de audiencia por el caso Molina Theissen, fueron llamados a declarar, por la mañana Benedicto Lucas García, y por la tarde la Señora Emma Theissen Álvarez, madre de Marco Antonio.
Este jueves 1 de marzo se ha iniciado el juicio o debate oral y público por el caso de desaparición forzada del niño Marco Antonio Molina Theissen, ocurrido el 6 de octubre de 1981. Para todos los guatemaltecos que luchan por la Verdad, la Justicia y la Memoria, este juicio tendrá un valor paradigmático. Será un juicio para determinar la verdad jurídica con respecto a un niño que fue capturado ilegalmente en su casa y que nunca más apareció.
Desde muy temprano se formó una larga cola de personas que deseaban entrar a Torre de Tribunales, señoras mayores con cara de angustia, mujeres jóvenes con aspecto esperanzador, señores indígenas nerviosos y con las dudas resbalándoseles entre las manos, las pláticas en la cola anunciaban desde ya como estaría la jornada.
San José, 28 de febrero del 2018.- Mañana, 1 de marzo, se iniciará, 37 años después de ocurridos los hechos, el proceso en contra de 5 militares guatemaltecos de alto rango acusados de graves violaciones de derechos humanos contra la familia Molina Theissen. Esta oportunidad histórica ha sido posible, en gran medida, por la lucha incansable de la familia de Marco Antonio, tanto de sus hermanas Emma Guadalupe, Ana Lucrecia, María Eugenia, como de sus padres Emma y Carlos, por conocer la verdad de lo ocurrido.