Paola Pimentel: “El trabajo que he realizado es el que me tiene criminalizada”
Escrito por Jasmín López
Desde el 2022, al menos 91 personas se han exiliado de Guatemala a causa de la persecución emprendida por el Ministerio Público contra periodistas, activistas por los derechos humanos y la naturaleza, líderes indígenas y operadores de justicia anticorrrupción, de acuerdo a un informe de la organización Human Rights Watch. Paola Pimentel fue auxiliar fiscal de la FECI y como parte de su trabajo, participó en la investigación contra un militar de alto rango lo que provocó amenazas en su contra, hostigamientos y un proceso penal arbitrario.
Por Jasmin López
La historia de una mujer guatemalteca, abogada y exfiscal, quien después de investigar y exponer a funcionarios y funcionarias corruptas y ahora se enfrenta a una denuncia penal en su contra, nos sugiere varios nombres.
Este caso se repite, revelando un patrón de persecución y castigo contra los y las operadoras de justicia anticorrupción, elaborado, además, desde las mismas instituciones en las que trabajaron; con la diferencia de que las mujeres deben enfrentarse también a las actitudes y motivaciones misóginas con las que los actores corruptos recrudecen sus represalias.
Ahora la protagonista es Astrid Paola Pimentel Carías. El Ministerio Público (MP) pide para ella cinco años de cárcel, una multa de Q100 mil y la inhabilitación para continuar ejerciendo el trabajo al que se dedica desde hace 16 años. El delito por el que la acusa -sin pruebas- es revelación de información confidencial, pero su verdadera transgresión fue investigar a un militar con poder e influencia.
La exmandataria de la Comisión Internacional contra la impunidad en Guatemala (CICIG), Flor Gálvez, denunció que hasta marzo del 2025, al menos 60 profesionales del derecho están siendo criminalizados por medio del aparato jurídico del país.
El caso Manipulación de Justicia
Paola Pimentel inició su carrera profesional dentro de la Fiscalía Distrital Metropolitana, en el año 2009. Ingresó a la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en 2011, y tres años después, fue ascendida a auxiliar fiscal I.
En la FECI, fue una investigadora clave en el caso conocido como Manipulación de Justicia, que siguió al general de brigada del Ejército Erick Melgar Padilla. La Fiscalía encontró que Melgar Padilla manipuló la investigación por el asesinato de su padre -José Armando Melgar Moreno-, para implicar a su tío como autor intelectual.
La motivación de Erick Melgar Padilla habría sido una disputa por herencia de tierras. Utilizando sus influencias dentro del MP y otras instituciones del Estado, Melgar Padilla logró el encarcelamiento de una persona inocente, a quien además amenazó para que declarara en contra del hermano de José Melgar, Óscar René Melgar Moreno.
Erick Melgar Padilla fue capturado en 2018, por los delitos de obstrucción y denegación de justicia. Sin embargo, la FECI, en esa época ya a cargo de Rafael Curruchiche, no avanzó con la investigación y el caso se cerró en 2023, beneficiando a Melgar Padilla.
El militar falleció en diciembre de 2024, pero su venganza contra la fiscal que llevó su caso, lo sobrevivió.
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Se inicia la persecución
Siguiendo una orden judicial, Paola Pimentel, había entregado a la defensa de Melgar Padilla una memoria USB que contenía una copia del expediente en su contra. Esto fue utilizado por el militar fallecido para iniciar una estrategia de criminalización contra Pimentel.
El 26 de octubre de 2021, Erick Fernando Melgar Padilla denunció mediante un oficio que la fiscal auxiliar, Paola Pimentel, le proporcionó a sus abogados un dispositivo electrónico con datos y declaraciones de testigos protegidos del caso Manipulación de Justicia. La historia de Melgar Padilla fue corroborada por su abogado, Miguel Ángel Letona Cifuentes, quien firmó de recibido un documento que describe una memoria USB marca ADATA, de color gris.
La memoria USB jamás apareció. En su lugar, el MP presentó como prueba un disco duro externo, de color azul, argumentando que ese fue el dispositivo en el que Pimentel entregó la información confidencial. El disco duro jamás fue embalado, custodiado ni analizado, y tampoco se esclareció su origen.
Esta fue solo una de las inconsistencias e irregularidades que moldearon el proceso penal contra la exfiscal. El 6 de agosto de 2025, se inició el juicio por revelación de información, a cargo de la Fiscalía de Asuntos Internos y el titular Jorge Luis Cortés. Entre los testigos e interesados en ver tras las rejas a Pimentel se encuentra la hija de Melgar Padilla, Alejandra Melgar Bonilla, quien continuó con el proceso después de la muerte de su padre.
A lo largo del proceso penal, el MP ha violentado constantemente el derecho a la defensa de Pimentel, mediante el ocultamiento de información. Foto: Ana Alfaro.
El caso contra Paola Pimentel ha destacado en titulares y notas de prensa. En esta ocasión, es ella quien relató cómo se vive en primera persona el oficio de investigar casos de alto impacto en Guatemala y sus consecuentes represalias.
Podemos empezar hablando de su carrera profesional. ¿Por qué decidió dedicarse al Derecho?
Bueno, cuestiones de la vida, por muchas cuestiones, en realidad. Es algo muy personal, por una situación de vida a la que creí que estudiando la carrera yo podía aportar. La verdad es que mi objetivo siempre ha sido aportar algo a nuestro país. Por eso escogí la carrera.
¿Qué ha aportado usted entonces en su carrera? En su trabajo en la FECI y como abogada.
Siempre quise ingresar al Ministerio Público, era uno de mis sueños y gracias a Dios lo logré en el año 2009. Empecé como oficial de Fiscalía, ese fue mi primer puesto. Mi objetivo era ascender y la labor investigativa siempre me llamó la atención. Entonces, ingresé en la Fiscalía Distrital Metropolitana, ahí es donde inicié. Luego fui trasladada, siempre como oficial de Fiscalía, a la Fiscalía Especial contra la Impunidad, en ese tiempo se llamaba UEFAC (Unidad Especial de Fiscalía adscrita a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala). Fui trasladada como oficial de Fiscalía y luego en el año 2011, si no estoy mal, fui ascendida como Auxiliar Fiscal uno, siempre en la FECI.
¿Qué trabajo realizó en la FECI?
Pues, se sabe que la Fiscalía Especial contra la Impunidad tiene muchos casos emblemáticos y de alto impacto, sobre todo. Investigué varios procesos en contra de… bueno, ahí se ve de todo, casos realmente de alto impacto. Estructuras criminales, de todo un poquito.
¿Cuál considera que ha sido un aporte desde su trabajo a Guatemala?
Para mí el aporte es realizar una investigación objetiva, darle secuencia a una denuncia, a las denuncias que se han interpuesto y sobre todo cumplir con la misión que tiene el Ministerio Público, que es (hacer) un trabajo objetivo, imparcial, siempre en búsqueda de la verdad. Para mí ese ha sido el aporte, mis expedientes siempre fueron trabajados con toda objetividad, con toda imparcialidad, siempre en búsqueda, como le repito, de la averiguación de la verdad, que es la misión y la visión del Ministerio Público.
Y es precisamente por su trabajo que usted se encuentra atravesando un proceso penal. El proceso en su contra lo inició Erick Melgar Padilla, pero no era usted la única persona que estaba trabajando en la investigación. ¿Por qué cree que se dirigió a usted? ¿O alguien más ha recibido algún tipo de represalia?
Sí, lamentablemente me encuentro en esta situación por el trabajo que he realizado. Es lamentable porque no es lo que uno busca cuando empieza un sueño dentro de alguna institución. Lo que uno quiere es ascender y hacer una carrera, en este caso una carrera fiscal. Sin embargo, derivado de los procesos que nosotros como fiscalía investigamos, el hecho que se haya tocado a gente muy… no sé si es el término correcto, pero muy poderosa, tal vez, o con mucha influencia dentro de nuestro país… Creo que ellos creyeron que nunca iban a ser investigados y que nosotros los hayamos investigado para ellos fue terrible.
Lamentablemente el trabajo que he realizado es el que me tiene ahora acá, siendo criminalizada y siendo investigada. La investigación (del caso Manipulación de Justicia) creo que inicia en contra de estas personas en el año 2014. Él (Melgar Padilla) no es el único en contra de quien se inició esta investigación, sino que hay otras cuatro personas más que ya fueron sentenciadas.
Cuando yo empiezo y tomo el caso, el proceso ya estaba en una etapa de investigación, ya habían personas que habían sido capturadas, solo estaba pendiente él porque como alegaba que era vocal o juez militar, decía que tenía derecho a antejuicio.
Por esa razón, derivado de los trámites y los recursos que él presentó, era que la investigación en su contra no se había todavía iniciado, y no había podido ser capturado. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia dio su opinión, si no estoy mal, en que, en relación a los jueces militares, ellos no gozan del derecho a antejuicio. Es así como se logra obtener la captura del señor Melgar Padilla.
Al inicio del proceso, él siempre demostró su molestia en que la FECI llevara ese caso, no solo en contra de mí, sino de las demás personas, y del agente fiscal que en ese tiempo llevaba el proceso.
¿De qué manera demostró su molestia?
Se refería a nosotros no de manera acorde dentro de las audiencias. No sé qué término utilizar, pero era muy exigente. Él creía que no debía estar en esa posición en la que estaba y que nosotros no estábamos haciendo un trabajo correcto.
Luego, mi jefa, que era la agente fiscal, renuncia, colocan a otra agente fiscal y como yo era la única que conocía el proceso creo que él quería, de cierta forma, apartarme de esa investigación. Sufrí amenazas y eran claras al indicar que dejara ese proceso, que no me metiera más en lo que no me importaba, que no le buscara más y que mejor me retirara.
Y pues ahora veo que realmente han cumplido sus amenazas porque me encuentro en esta situación tan complicada.
¿Por qué medios recibía amenazas?
Por WhatsApp, me decían que depositara cierta cantidad de dinero a un número de cuenta, porque si no iban a hacer montajes con mis fotografías y se las iban a pasar a mi pareja. Entonces, eso me pareció extraño, porque, ¿qué fotos? Entonces, yo decidí poner mi denuncia, y bloqueaba los números de teléfono donde me escribían.
En el tercer mensaje me insistieron que en dónde estaba el dinero, porque no había depositado, y ya el cuarto mensaje fue muy directo, fue donde yo me preocupé, porque entonces me di cuenta de dónde venían las amenazas. Y me dijeron que me alejara del proceso, que ellos sabían que yo era una persona muy inteligente y que podía estar muy bien en otra fiscalía, o con otros casos, y ya no con ese, que no le buscara más, porque si no iba a tener consecuencias.
¿Cómo se dio cuenta de quién era la persona que la estaba amenazando?
Nunca me enteré. Lamentablemente el Ministerio Público nunca le dio seguimiento a mi denuncia. Yo era la que insistía en que me tomaran nuevamente la declaración para poder ampliar, porque esto ya era algo grave. Aparte que el Ministerio Público no sabía dónde ubicar mi denuncia, si en la Fiscalía Central Metropolitana por el chantaje, si en la Fiscalía de la Mujer, o en la Fiscalía de Extorsión, por las amenazas, o en la Fiscalía de Operadores de Justicia, porque fueron unas amenazas directas derivadas del trabajo.
A los meses de tener el proceso a mi cargo me dieron seguridad por parte de la institución, porque la persona que tenía el proceso anteriormente también tenía seguridad. Y fue una instrucción directa por parte del despacho de la Fiscal General que la persona que tuviera el expediente tenía que tener seguridad por lo peligroso que podía ser tener la investigación. La persona anterior creo que nunca recibió amenazas. Sin embargo, también tuvo denuncias en contra de él por haber investigado.
Creo que ellos se cubrían denunciando. Era su forma de atacar. Porque cuando yo tomé el proceso, me lo acababan de dar y ya estaba fijada una fecha de primera declaración. Y solo por verme ahí sentada en la audiencia de primera declaración, a los días me interponen una denuncia, sin ningún fundamento, porque yo acababa de tomar el proceso.
Luego de que yo denuncié las amenazas, el Ministerio Público nunca hizo nada por investigar o tratar de descubrir quién era la persona que me estaba amenazando. Me di cuenta también que no era yo la única que estaba siendo amenazada. Otras personas relacionadas con el proceso también estaban siendo amenazadas desde los mismos números de teléfono donde a mí me escribían. Esas amenazas, si no estoy mal, creo que fueron en el 2020.
¿En qué consistían las amenazas que recibían las demás personas? ¿Eran similares?
Al parecer eran las mismas. Yo me enteré por una de las personas que también estaban relacionadas con el proceso, que estaba siendo amenazada mi persona y una periodista, si no estoy mal, que cubría las audiencias en donde estaban estas personas, Melgar Padilla, Rony López (exfiscal del Crimen Organizado) y todos los demás que estaban siendo investigados.
Pero yo creo que sí puedo confirmar que una periodista y yo éramos las que estábamos siendo amenazadas. Ella por cubrir la nota de la audiencia y yo por llevar a cabo la investigación.
¿Este tipo de amenazas y extorsiones se detuvieron después de que empezara el proceso actual en su contra?
Sí, después de ese mensaje, fue claro que era por el proceso que me estaban amenazando, porque mencionaron los nombres de Rony López y Melgar Padilla.
Yo contaba con mi dispositivo de seguridad, a mí me hicieron incluso un dictamen para poder establecer si había que reforzar la seguridad que tenía debido a las amenazas, y el dictamen concluyó en que sí era necesario. Sin embargo, el Ministerio Público nunca lo hizo.
Foto: Ana Alfaro.
Respecto a la denuncia actual, ¿qué pena podría recibir?
Lamentablemente eso es un delito grave. O sea, es una pena mayor, es de cinco a ocho años inconmutables. Cinco sería lo mínimo. No sé cuánto va a pedir el Ministerio Público, porque desde que empezó ellos dijeron que su objetivo era obtener una sentencia condenatoria.
¿Hay agravantes?
No, realmente el Ministerio Público no ha podido demostrar nada desde un inicio. Creo que lo único que tienen es el dicho de esta persona, del señor Melgar.
El juicio está apunto de finalizar. ¿Qué factores podrían influir en esto, ya que no existe una prueba clara en su contra?
Yo entiendo, por la experiencia que tengo en el Ministerio Público y en mi carrera como fiscal, que cuando se interpone una denuncia hay una duda, hay un indicio. Lamentablemente el juez de primera instancia creyó que podía haber alguna duda.
Aparte de eso, en mi audiencia de primera declaración se presentó el señor Melgar Padilla con sus abogados, queriendo querellarse dentro del proceso. La juez muy objetivamente resolvió sin lugar la querella, porque no había ninguna razón para que él fuera víctima dentro de este proceso.
El Ministerio Público, en audiencia de primera declaración, pidió seis meses de investigación. Yo pedí en audiencia de primera declaración que fueran únicamente tres meses o dos, porque esta no es una denuncia que haya iniciado hace poco tiempo, es una denuncia que data desde el año 2021. Entonces, creo que tuvieron suficiente tiempo para poder obtener todo lo que ellos consideraban como medios de investigación para tener algo claro y concreto.
Sin embargo, no se realizó ningún peritaje, no tienen nada hasta esta altura del proceso. A los seis meses, cuando se terminó la etapa de investigación y llegamos a una etapa intermedia, pues el mismo Ministerio Público continuó casi que con las mismas diligencias de investigación con las que había iniciado la investigación. No tenían ni siquiera el dispositivo donde aparentemente se había entregado la información.
Y ya después, cuando llegó la audiencia de ofrecimiento de prueba, ellos pretendían ingresar ese dispositivo que apareció mágicamente después de tantos años, fuera de ese plazo de investigación de esos seis meses, lo cual me parece totalmente mal que el Ministerio Público actúe de esa forma, con malicia, queriendo afectar. También tomando en consideración que yo, desde que me ligaron al proceso, decidí también solicitar un peritaje.
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¿A lo largo del proceso penal usted ha recibido algún tipo de presión o de amenaza de parte de la familia Melgar Padilla?
No, ninguna. Tal vez, al inicio de la audiencia, cuando fue la audiencia de primera declaración, el hecho de haber llegado él con sus abogados, y con su hija, sí sentí que fue como un acto de presión, de amenaza, tal vez de intimidar. Y también como un acto de presión para la jueza que era quien estaba llevando a cabo mi audiencia. Contrario a eso, no he sentido ningún tipo de presión ni de amenaza tampoco.
¿Por qué la familia de Erick Melgar Padilla continuó con la denuncia, incluso después de su fallecimiento? ¿Continúa siendo factible la denuncia?
El delito de revelación de información es un delito que la investigación debe continuar de oficio, porque es en contra de la administración pública, entonces es en contra de los intereses del Estado. Aunque la familia no haya continuado, la Fiscalía de Asuntos Internos debía continuar. Sin embargo, el hecho de incluso llegar a la audiencia de debate… Pienso que lo que (su hija, Alejandra Melgar Bonilla) quiere es defender el honor de su padre.
¿En qué momento se separó la familia de este señor del proceso? Me refiero también a dejar de estar pendiente de él. ¿O sabe usted si ellos lo están siguiendo?
Desconozco, porque cuando a mí me ligan a proceso y me toman medidas, las medidas sustitutivas, parte de las medidas era no acercarme a la Fiscalía de Asuntos Internos, lo cual también me parece una violación a mi derecho a defensa, porque yo era la más interesada en resolver mi situación y nunca pudiera verificar qué era lo que había o lo que no había dentro de la investigación. Únicamente mis abogados podían ir, pero no yo.
Desconozco si después del fallecimiento de su padre ellos continúan. Posiblemente sí, porque si su hija entregó el dispositivo, pues era porque tenía también ella un interés en continuar. Lo que no entiendo, y como repito, y no me cansaré de repetir, es por qué lo hacen hasta esa ocasión.
¿Cómo ha vivido este proceso?
Ha sido terrible, ha sido una situación bastante complicada porque derivado de la denuncia el Ministerio Público me suspendió. Actualmente, estoy con una suspensión total de la relación laboral con el MP, lo que significa que no tengo ninguna clase de ingresos. Yo trabajo desde hace muchos años. Desde que tenía 13 años empecé a trabajar, nunca he dejado de trabajar y estar en esta situación sin ningún ingreso ha sido bastante complicado para mí.
En lo económico me ha afectado bastante, incluso la suspensión no tiene tampoco ningún sustento legal. Yo estoy también presente en mi demanda para que se levante (la suspensión). No puedo laborar tampoco en otra institución, porque según el Ministerio Público, yo tendría un doble ingreso, ya que aún tengo una relación laboral con el MP.
¿De qué otras formas o en qué otras áreas la ha afectado?
Psicológicamente ha sido bastante complicado, por el hecho de que yo haya entrado con un sueño en la institución. Entré con tanto entusiasmo, me gustaba mucho mi trabajo, creo que trataba de realizarlo de la mejor forma posible.
Mi familia también ha sido bastante afectada con este proceso, ninguno de nosotros ha pasado por ningún proceso penal, nadie ha tenido problemas legales, y el estar en esa situación creo que para mi familia también ha sido bastante difícil. Entonces sí, económicamente, psicológicamente, familiarmente y emocionalmente sí me ha afectado.
Su caso no es único, se suma a muchos otros de fiscales, abogadas y abogados denunciados por las mismas personas que investigaron. ¿Qué tiene su caso en común con otros en Guatemala?
Sí, lamentablemente no soy la única persona que está siendo procesada, sino que hay otras personas más. Muchas mujeres también fueron criminalizadas, están siendo perseguidas. Lo que tienen en común es, en primer lugar, el hecho de haber investigado casos, procesos de alto impacto. Creo que es algo en común el haber investigado a personas con un puesto muy importante aquí, o con mucha influencia en el país.
También el mal trabajo, la mala investigación realizada por parte del Ministerio Público, y por parte de la Fiscalía de Asuntos Internos. Y lo malicioso, la forma maliciosa en que han trabajado con el objetivo únicamente de desprestigiar nuestro trabajo, dentro de la Fiscalía, y dentro del Ministerio Público.
¿Y el tipo de denuncia es común?
Sí, he escuchado en otros procesos que también se van por ese delito (revelación de información confidencial), porque es un delito grave, que lamentablemente es inconmutable. Entonces creo que también tiene en común eso, que busquen delitos que sean graves, que tengan mayores condenas, con el objetivo de afectar.
¿Qué impacto tienen para Guatemala casos de criminalización como el suyo?
Pues, lamentablemente da temor a las personas que están realizando su trabajo dentro de la institución, de no meterse con personas influyentes, o contra quienes se han denunciado por casos de corrupción. Entonces el temor que da, pensaría yo, a los mismos trabajadores que sí realizan bien su trabajo, porque no creo que todos los que están en el Ministerio Público sean malos. Hay gente que sí trabaja, que hace bien su trabajo.
¿Y cómo ha afectado el trabajo de las y los operadores de justicia?
Me he dado cuenta, según los medios de comunicación, que muchos de los casos están siendo desestimados, o son sobreseídos, o con falta de mérito, más que todo sobreseídos. No sé si es por el mismo temor o por la corrupción que actualmente opera dentro de la institución.
¿En este proceso de persecución ha recibido apoyo de personas o de sectores organizados?
Sí, he recibido apoyo, sobre todo apoyo emocional. Se han acercado a mí para ofrecerme su apoyo, lo cual para mí ha significado bastante, porque entonces me doy cuenta que el trabajo que realicé en su momento no fue malo, fue bueno.
En este clima de persecución política, ¿con qué recursos cuentan las operadoras y operadores de justicia para protegerse?
Lamentablemente nos dejan sin recursos, y nosotros tenemos que ver cómo le hacemos para poder salir de estos procesos. Pero sí, sin ningún recurso económico, más que solo uno.
Yo he decidido esperar a ver qué pueda pasar. Esperaría que el resultado sea favorable, una sentencia absolutoria, dado que no se ha podido demostrar que efectivamente yo haya revelado algún tipo de información. Y no hay ni un solo medio que el Ministerio Público tenga de que se haya revelado la información, de demostrarlo con pruebas.
¿Cree que eso va a ser suficiente para lograr una sentencia absolutoria?
Tendría que ser suficiente. Aquí si la jueza actúa de manera objetiva, tiene que ser una sentencia absolutoria.
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¿Qué prevé para usted luego de este proceso? ¿Cree que con esta sentencia absolutoria va a cesar la persecución en su contra?
Quisiera que así fuera. Sí, eso sería maravilloso. Si al obtener, primero Dios, una sentencia absolutoria, no sé si el Ministerio Público se va a atrever a presentar alguna apelación. O sea, no tendrían con qué porque no tienen cómo comprobarlo. Sin embargo, como lamentablemente es un proceso en que lo que quieren es afectar, perseguir, probablemente lo hagan.
Si no es así, si es una sentencia absolutoria y cobra firmeza, pues tendrían automáticamente que reinstalarme nuevamente en el Ministerio Público y continuar yo trabajando en la institución.
¿Continuaría su trabajo como lo ha hecho hasta ahora?
Pues con objetividad y con ganas, sí, lo haría, lo seguiré haciendo. Pero es como una mezcla de sentimientos, porque la institución a la que yo con tanta ilusión ingresé, es la institución que me tiene en esta situación ahora.
Me gustaría regresar, poder realizar mi labor como la realicé durante todos estos años, porque fueron 16 años los que trabajé en la institución, y seguir aportando con mi trabajo al país. Eso es lo que pienso ahorita, pero no sé qué haría. Tal vez cambie de opinión después de la sentencia.
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Jasmín López
Jazmín Lopez en su trabajo busca visibilizar las luchas de las mujeres. Fue lanzada en enero del 2020, tras dos años de un largo proceso de reflexión y creación que atravesó los caminos y cuerpos de sus fundadoras. Ahora es una media de comunicación feminista digital que hace periodismo e investigación desde la reflexión feminista cómo elementotransversal.
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Ana Alfaro
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