Abuelas y abuelos de El Estor rescatan la Danza del Venado
Escrito por Prensa Comunitaria
Las limitaciones económicas de las familias Q’eqchi’ en El Estor, Izabal, dificultaron que se siguiera practicando la Danza del Venado, una tradición ancestral en ese municipio. Sin embargo, gracias a una donación, ahora un grupo de jóvenes intenta retomar esta costumbre en la comunidad de Chichipate, bajo la supervisión de abuelas y abuelos.
Por Juan Bautista Xol
La mañana del 20 de octubre un grupo de jóvenes Q’eqchi’ se encontraban reunidos en las instalaciones de la Iglesia católica en el centro de la comunidad de Chichipate, El Estor, Izabal. Integran la conocida Danza del Venado y esperaban las instrucciones del maestro Ignacio Rax, quien les enseñó a danzar para su primera presentación.
Mientras esperaban la hora de la danza, Prensa Comunitaria conversó con Alejandro, uno de los abuelos que organizaron la actividad quien explicó que desde hace varios años se han organizado para poder rescatar y enseñarles a los jóvenes y a la niñez de la comunidad las costumbres y tradiciones ancestrales de sus antepasados. Uno de ellas es la Danza del Venado.
Don Alejandro indicó que llevan varios años buscando rescatar la danza, sin embargo, un problema es que los integrantes del grupo no podían costear el alquiler de los trajes ya que necesitaban alquilarlo en otros departamentos. Entonces, se desintegraba.

Jóvenes danzan el baile del Venado el 20 de octubre en la comunidad de Chichipate, El Estor. Foto de Juan Bautista Xol
En la actualidad, según el abuelo, una institución les donó los trajes y por esa razón lograron que el grupo de jóvenes y niños entre 9 a 17 años pudieron realizar su primera presentación.
La noche antes de la danza se realizó un ritual ceremonial para la saturación de los trajes, una forma de purificación. Durante la velada, los danzantes compartieron sus comidas con las máscaras como símbolo de compromiso y conexión espiritual donde utilizaron veladoras, puros, guaro, copal, pon, incienso y la sangre de una gallina. “Todo eso no se debe olvidar porque es importante”, manifestó el abuelo.
El ritual del que habla también es para conectarse con las energías de los abuelos y con cada ser que representan los trajes dentro de la naturaleza.
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Las máscaras, el guaro y el puro son la representación del compromiso humano con la naturaleza, según el abuelo Alejandro. Foto de Juan Bautista Xol
Chichipate, donde se realizó la presentación, es una comunidad maya Q’eqchi’ ubicada a orillas de la ruta principal, a unos 17 kilómetros de la cabecera municipal. Sus habitantes se dedican a la agricultura y la comercialización de la misma dentro de la comunidad o en la cabecera municipal de El Estor.
Así retomaron la Danza del Venado
“La Danza del Venado es una herencia cultural que han dejado nuestros abuelos para nuestros pueblos”, señaló Ignacio Rax, presidente del Consejo Cultural Ixb’alamq’e de la comunidad de Chichipate.
Rax dijo a Prensa Comunitaria que para ellos es importante mantener vivas las culturas y tradiciones de sus antepasados Q’eqchi’ que danzaban con las energías de la madre naturaleza.

Ignacio Rax, acompañando a los jóvenes danzantes. Foto de Juan Bautista Xol
Es por ello que con las y los abuelos de la comunidad se organizaron para rescatar la Danza del Venado que acompaña los días festivos en las comunidades, municipios, fiestas patronales o ceremonias mayas.
Según Rax, el objetivo es que la juventud conozca la importancia que tiene el ser humano con la madre tierra, continuar con la herencia cultural de sus antepasados y que esta se mantenga viva con las nuevas generaciones.
Para realizar una presentación necesitaron organizarse varios días, reunir a veintitrés voluntarios jóvenes dispuestos adanzar y cuidar su lenguaje y sus relaciones humanas, debido a que la danza tiene una conexión espiritual bastante fuerte con la madre naturaleza. Además, tuvieron que visitar a varios dirigentes e instituciones para obtener el apoyo para la compra de los trajes que utilizarían.

Las mujeres tienen un rol importante al saturar el lugar donde se va a danzar. Foto de Juan Bautista Xol
Anteriormente la Danza del Venado se ha realizado en El Estor, pero se necesitaban gastos económicos para pagar la presentación ya que muchas veces vienen de otros municipios, la diferencia hoy es que juntamente con las abuelas y abuelos recibimos una donación de lotes de traje de parte de ADESCA (Aporte para la Descentralización Cultural), agregó Rax, refiriéndose que ya cuentan con un grupo local de danzantes.
Una conexión especial
Rosa Pop, guía espiritual, acompañó a los jóvenes en su primera presentación el 20 de octubre pasado. Él indicó que el danzante debe saber que está teniendo una conexión especial con las energías de los guardianes de los valles y de la madre tierra y para ello tiene que tener mucha concentración al momento de danzar.

Jóvenes y niños participaron en esta danza. Foto de Juan Bautista Xol
Agregó que normalmente las mujeres tienen un rol importante dentro de la danza, ya que son ellas las que se encargan de saturar el lugar donde se lleva a cabo la danza y son ellas quienes mantienen el equilibrio de los danzantes.
“El rol de las mujeres es muy importante ya que ellas son quienes mantienen el equilibrio a través de sus energías y son ellas quienes llevan el incensario para saturar con el aroma del copal el lugar donde se realiza la danza para que no les suceda nada malo a los danzantes”, explicó.
En la primera presentación de la danza, los jóvenes demostraron mucho interés y varias familias presenciaron con alegría el rescate de este baile, mientras que las mujeres y miembros de la Iglesia católica prepararon un almuerzo para los visitantes, como muestra de alegría y convivencia.

Mujeres preparan comida para la convivencia comunitaria. Foto de Juan Bautista Xol
Esta danza no solo se realiza en los días festivos como normalmente se acostumbra en El Estor y sus comunidades. También se realiza cuando una familia, escuela o instituciones lo solicita, mientras que la población de El Estor, espera presenciar en los próximos días este baile en la cabecera municipal.
En otros municipios de Izabal, en algunas comunidades Q’eqchi’ de Livingston y departamentos como Alta Verapaz y Petén esta danza se sigue practicando ya que es una herencia ancestral que dejaron los antepasados para su pueblo.
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